Los cuentos, leyendas y mitos son parte de nuestra historia y están presentes en todas las culturas. La transmisión oral tiene una gran importancia respecto a los que somos como civilización y sería una pena que la perdiéramos. Por ello, es fundamental que sigamos contando cuentos a nuestros hijos. Y no sólo historias leídas en un libro, sino que también es interesante que podamos contar cuentos teatralizados.
Lo cierto es que los cuentos de hadas no son un recurso contemplado en pedagogías como Montessori. Esto se explica porque, en la época en la que María Montessori desarrolló su método, los cuentos que se transmitían a menudo reproducían modelos y valores poco sanos para la infancia. Las historias estaban plagadas de madrastras que maltrataban a los niños, malos contra los que luchar y hombres, sólo hombres, que salvaban a mujeres, y sólo a mujeres. Otras pedagogías, como Waldorf, sí que recogen la importancia de contar cuentos y tienen un método propio. Próximamente, en otra entrada, te resumiremos las características de los cuentos en el método Waldorf. Pero antes, reflexionemos sobre los beneficios que nos supone contar cuentos:
1.Te conecta con tu hijo
Encontrar un momento al día para contar un cuento es una fantástica rutina. Es vuestro momento, seguramente, al final del día. Después de una jornada frenética, es un rato de calma, sólo para vosotros.
2.Promueve el interés por la lectura
Convertir la lectura en una rutina diaria atractiva la convierte en necesaria. Si nosotros disfrutamos leyendo, es fácil transmitirle ese gusto a nuestro hijo. La pasión por la lectura es uno de los mejores regalos que le puedes hacer.
3.Ayuda a entender conceptos complejos
En la pedagogía Waldorf todas las actividades están muy pensadas para ayudar a entender el paso del tiempo. Por ello, las rutinas diarias son muy importantes, pero también las acciones que representan el paso de las estaciones. Los cuentos son un recurso fabuloso para esto. Por ello, escogeremos cuentos acorde a la temporada en la que estemos, que expongan situaciones que nos ayuden a entender y a vivenciar el paso de las estaciones.
4.Fomenta la imaginación y la concentración
Los humanos necesitamos saber crear imágenes mentales. Es importante que sepamos imaginar en nuestra mente una historia, personaje o descripción de algo que nos están contando. Sin esta capacidad, no podremos desarrollar muchas funciones de nuestra vida adulta. Los cuentos son la herramienta idónea para favorecer este proceso. Para conocer más sobre esto, te recomendamos que leas este artículo de Tamara Chubarovsky.
También, las historias contadas con el método Waldorf ayduan a mantener la concentración y pueden ser un recurso muy útil para ayudar a niños con déficit de atención, como puedes leer aquí.
5.Minimiza el uso de pantallas
Encontrar ratos para contar cuentos reduce el tiempo que nuestros hijos utilizan para consumir pantallas como la televisión, móviles o tablets. Esto es especialmente importante antes de dormir, por el sobrestímulo que supone el consumo de este tipo de contenidos.