Conocemos la Disciplina Positiva de la mano de Patricia Castaño
¿Quieres saber cuál es el origen del comportamiento de tu hij@? ¿No te gusta tu reacción y quieres aprender a regularla y actuar en positivo? Entonces, la Disciplina Positiva (DP) te puede ayudar.
Patricia Castaño, Socióloga y Educadora de Disciplina Positiva para Familias, certificada por la Positive Discipline Association, coach y Facilitadora de Meditación para padres, nos explica en qué consiste este modelo educativo.
¿Qué es la Disciplina Positiva?
La DP es un modelo educativo que ayuda a padres y a educadores a comprender el comportamiento’ de los niños. Ofrece herramientas para guiarlos de forma efectiva y duradera en el tiempo, mostrándonos cómo ser amables, firmes y respetuosos al mismo tiempo.
Es un enfoque intermedio entre el autoritarismo y la sobreprotección. Se basa en el respeto mutuo y en la colaboración, enseñando así a nuestros hijos habilidades para la vida.
Con la DP se encuentra el punto medio entre esas dos formas educativas, se consigue que el educador se sienta bien consigo mismo y que los niños también se sientan bien con el aprendizaje recibido.
¿De qué manera puede ayudar a familias y educadores?
Ayuda porque nos enseña a conocer el "mundo de los niños", a ponernos en su piel y en sus zapatos. Nos muestra herramientas para sobrellevar las dificultades que se dan en la educación y lo mejor es que funciona. Además, los resultados se mantienen en el tiempo, al contrario que los premios y los castigos.
¿Puede la Disciplina Positiva acabar con las temidas rabietas?
No, no acaba con las rabietas, lo que sí conseguimos es a llevarlas de una mejor manera para todos, porque nos ayuda a entender de dónde viene ese ‘mal comportamiento’ y ver qué hay detrás de ese conducta. Nos muestra cómo acompañarla y qué opciones se les pueden dar a los niños para que aprendan a gestionar esas emociones.
¿Se puede aplicar en cualquier circunstancia?
Se puede aplicar en colegios, en hogares, en la pareja, con las relaciones de amistad, en cualquier ámbito y en cualquier circunstancia porque tiene un enfoque democrático, en el que todos formamos parte y a todos se les tiene en cuenta. Eso sí, salvo unas premisas, las del respeto con uno mismo, con el otro (el niño) y con el entorno.